Pasamos a un nivel ya de aprovechamiento acorde a las necesidades del Centro, en este caso la escuela de Hostelería que alberga este centro, se comienza a nutrir de algunos de estos cultivos, y a su vez aporta de nuevo resíduos a un sistema de compostaje que genera una economía circular, de Km0, ecológica y autóctona.
Es complicado llevar a buen término un huerto hidropónico vertical que sea capaza d eproducir de una manera rentable, así que este tipo de soluciones suelen ser más caras que el producto obtenido, aun y así es una buena carta de presentación, bien visible, de este tipo de proyectos.
En cuanto a las infraestructuras de este aula-huerto, podemos decir que invernaderos, pozo, parterres y jardineras son una muy buena variedad, aunque nos comenten que el sistema de riego esté en proceso de automatizarse para hacerlo autónomo. Este tipo de detalles, como regar el huerto, suelen ser uno de los pocos nexos de unión tangibles entre alumnos y medio, ya que cuanto más automatizamos estos espacios, menos cuidados requieren y menos te cala el sentimiento de pertenencia y arraigo. Hay que sopesar y si merece la pena sacrificar unas cosas por otras.
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