Rosa Olga, del CEIP Gonzalo de Berceo de Villamediana, se encargó del mantenimiento y nos lo cuenta en este fresco relato hortícola:
Cuaderno de bitácora: mantenimiento en el huerto de la fombera
Un jueves 11 de enero del año 2018, desapacible y con
lluvia, me dirijo a las 4 y media a La Fombera, para realizar las labores de
mantenimiento de nuestro huerto de profes riojanos.
Ya está Gabriel con un pequeño horquillo de tres dedos,
desbrozando las malvas y verónicas de las escarolas. La verdad, qué tarde:
desapacible frío y lluvia, pero al ver cómo está todo, se me alegra el corazón
y me vengo arriba.
“¡Feliz año Gabriel! ¡Pero….¿qué bonito está todo?!” Las
escarolas, las habas, las coles y los calçots que comeremos en febrero. “¡Ale
maja!, me responde, ¡coge una herramienta y a desherbar!”: primero las lechugas
a quitar las verónicas, “cuidado con las habas, que tienen poca raíz y a nada
se estropean”.
Acabo con las manos heladas y embarradas. Ahora a esclarecer
los nabos y me explica cómo se hace, para
dejar una distancia entre ellos. Caminamos por los bancales y en uno de ellos
casi nos hundimos del barro que había.
No dejo de hablar , bla bla bla del proyecto del aceite y
con tantas palabras me equivoco de bancal y hasta quito las malas hierbas del abono
verde. Uffff. Los nabos y las mostazas son de la misma familia y es difícil
diferenciarlas.
Unas fotitos y un vídeo para que veáis lo bien que lo hemos
peinado.
Nos despedimos con
frío, empapados ….y con la ilusión de comer las escarolas y los calçots en el
mes de febrero. Así se deben sentir los agricultores con la esperanza de ver
crecer lo que han plantado.
Me dice: “¡me tengo
que ir a la oficina Rosa¡” y yo le respondo: “pues yo, a hacer recados…”
Pero acabo en mi casa
tomándome un chocolatito bien
calentito
FIN
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